El exterior de nuestras casas es el interior de nuestras ciudades, y con ese respeto y cariño debemos tratar nuestros espacios públicos. Nuestras plazas, calles, zonas verdes, paseos marítimos y playas, no solo deben de cumplir con criterios funcionales, sino que además, cada obra de carácter público, ha de cumplir con la importante misión de ?hacer ciudad?. La conservación de pequeños ?rincones?, la transición entre espacios públicos y privados, el redescubrimiento de arquitecturas y espacios sepultados por años de mediocridad, el respeto a nuestra historia, el convencimiento de que la arquitectura debe ser reflejo de nuestro tiempo, y la creación de nuevos espacios que sean capaces de combinar la escala humana con la municipal; creemos que es la forma más respetuosa de avanzar como ciudad.